viernes, 4 de agosto de 2017

El fin

En la esquina de las preguntas, esperando que el reloj dé dos minutos antes de la hora exacta, tiempo suficiente para caminar tranquila hasta la puerta psicoanalítica.
Pensaba si se termina, qué hay mas allá. Llega el momento de la pregunta "cuándo es el fin de un analisis?" y la respuesta viene así: "cuándo es el fin de un analisis?".
Anudarse a la vida, desalienarse, "desalinearse" dijo en un fallido. En un sentido es desalinearse, de lo impuesto y para sobrevivir contra la corriente y con la consciencia en los ojos es necesario este espacio en el que armo un rompecabezas o desarmo esas cosas que ME rompen la cabeza para construir una torre desalineada y treparla, mirar desde arriba el sol sin nostalgia cuando atardece y tirar las piedritas que llevo en el bolsillo.
"Nadie puede obligar a otro a crecer, nadie puede decirte hasta dónde crecer, hasta donde ver","yo te escucho desde un lugar", yo ya sé.
El lugar. Un sillón y detrás de él una enorme oreja pintada.
El lugar. Letras, literatura infantil, literatura revolucionaria, literatura "adulta", literatura psicoanalitica.
El lugar. Cabeza en el piso, patas arriba, columna alineada (necesariamente) , centro ajustado y así es como conseguís el equilibrio entre el todo y la nada y de paso cambias la perspectiva. 

Él, uno de esos "locos", que anda queriendo cambiar el mundo, de esos que caminan con las manos, con la cabeza en la tierra, con los sueños en al aire, creen que vuelan. 

La oreja, ahí entran dudas, conflictos, llantos, salen preguntas y buenas ideas. Malabares que ahuyentan fantasmas entre mate y poesía.
Ese es el lugar, esa es la oreja, este no es el fin.